Callar y otorgar,
siempre lo mismo.
Por voluntad o azar
estás acabando conmigo.
Cortas mis alas,
truncas mi destino.
La marea es cada vez más
fuerte
y yo me encuentro cada
vez más perdido.
Las convulsiones ya son
constantes,
Igual que Damien Rice en
vinilo,
Que la puerta cerrada de
mi habitación
O canciones de Suite
Soprano en disco.
Era algo impensable,
No hubo forma de
predecirlo,
Pero aquí estamos en
distintos andenes
Mirándonos con los ojos
vacíos
Tratando de leernos la
mente.
Quizás debamos admitirlo,
quizás nunca fuimos ángeles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario