Son mecheros trucados con una gran llama.
Una gran llama a la que pronto se le
acaba el gas.
Y el deseo desciende
Lento,
Tranquilo,
Chispeante,
Intermitente.
Y entonces te das cuenta. Nada es lo
mismo.
Sucede que un día dejaste de gustarme.
Nuestro puente ya no podía estirarse más.
Había resistido terremotos,
Lluvias,
Pedradas,
Y algún que otro diablo con sus cuernos.
Y entonces te das cuenta. Nada es lo mismo.
Sucede que a veces los pájaros ya no
quieren volar.
Un día se despiertan y ya no quieren
batir las alas.
Ese día sientes los golpes como máquinas
de escribir.
PIM
PIM
PIM
Y entonces te das cuenta. Nada es lo
mismo.
Sucede que yo tuve el valor de hacerlo.
De decirte lo que sentía,
Que ya no
quería verte.
Y tu mirada se congeló expectante
Como si
esperaras que fuera una broma
De muy mal gusto.
Y entonces te das cuenta. Nada es lo
mismo.
Sucede que ninguno de los dos era
costurero.
Y tardamos tiempo en coser
Nuestros corazones
Rotos.
Pero con el tiempo tú conociste a otro
Y yo por fin me había conocido en otra
persona.
Y entonces te das cuenta. Nada es lo
mismo.
Por fin me doy cuenta. Nada es lo mismo.